Esos lugares otros
Raquel Serrano, Cris Bartual, Lola Zoido y Martínez Bellido
10.03 – 23.04.22
10.03 – 23.04.22
Esos lugares otros [after Brea]
Me gusta dar un paso atrás para comprender lo que me rodea. En este caso varios pasos atrás. Imaginemos un campesino o un pequeño burgués de finales del siglo XVIII. Intentemos pensar en cuantas imágenes pudo ver ese personaje imaginario a lo largo de su vida. ¿Quizás algún cuadro, puede que algún folleto o revista satírica, con suerte algún libro sagrado con grabados religiosos o frescos en las iglesias de la época? ¿cien, doscientas? ¿quizás 500? Es decir las mismas que cualquiera de nosotros en un solo día scrolleando por Instagram. Se dice pronto.
Imágenes además, todas ellas, de paisajes, escenas bíblicas o héroes mitológicos; representaciones de la realidad que cumplían las leyes prudentes de la mimesis. Mientras a nosotros nos invaden filtros, videos, memes, slides, realidades virtuales… Hemos entrado en lo que Jacques Rancière llama un nuevo ‘régimen de lo visible’.
La saturación visual y el reino acelerado de las pantallas nos obligan a construir una nueva gramática de las imágenes, una renovada hermenéutica de la representación. Explorar nuevos territorios de lo visible, Esos lugares otros que dan título a la exposición colectiva que presenta Di Gallery con obras de Raquel Serrano, Cris Bartual, Martínez Bellido y Lola Zoido. A su manera personal -pero con una sorprendente coherencia de enfoque- , cada uno de los artistas presentes aborda la cuestión de la representación, indagando en nuevas herramientas y horizontes de sentido. Lo hacen desde los márgenes, la imaginación, lo invisible o lo extraño pero todos coinciden en la idea de ‘sortear por completo el referente’ (Martínez Bellido) para subvertir ‘el propio proceso de creación visual’ (Zoido) e imaginar ‘nuevos mundos más complejos y etéreos’ (Bartual); es decir, en definitiva, ‘generar nuevas formas de ver’, como resume perfectamente Raquel Serrano.
Esta última nos presenta, por ejemplo, dos piezas realizadas con grafito en polvo mediante la técnica del grabado frottage. Presentadas -respectivamente- en pared y doblada en el suelo, ambas obras reflexionan sobre nuestra construcción de la mirada, la manera que tenemos de intentar acceder a la realidad a través de un objeto que abre y limita, al mismo tiempo, nuestra posibilidad de ver. Serrano imagina una propuesta en la que justamente el espacio representado cambia de dimensión para convertirse en un ‘escenario ficticio’, una ‘renderización’, como ella dice, es decir una nueva forma de figurar el referente mediante códigos renovados.
De esta manera, la artista subvierte la idea clásica de Naturaleza al llevar a su paroxismo esa idealizada fusión entre objeto y sujeto, frotando de hecho literalmente la tela sobre la realidad misma.
Y sin embargo, “el grabado en talla dulce no se les [al paisaje] asemeja: (…) “excita nuestro pensamiento” para “concebir”, como hacen los signos y las palabras”, como nos recuerda Maurice Merleau-Ponty en El ojo y el espíritu. No hay visión sin pensamiento, dice el filósofo, porque la visión es un pensamiento condicionado. Que no es otra cosa que decir que cualquier manera de ver se retroalimenta de una sintaxis de la percepción.
Lo vemos asimismo en el trabajo de Loila Zoido cuya impresión textil de una imagen generada por ordenador se presenta como una respuesta -una subversión, dice ella- a la clásica copia de una realidad preexistente. Todo lo contrario en este caso: una IA se encarga de sintetizar un paisaje imaginado/digitalizado (cercano a la realidad, algo parecido a ese Unheimliche freudiano) que luego se instala como horizonte ambiguo. Una sublevación del referente original -de ese presunto origen que busca desesperadamente la metafísica- que juega con lo real y lo construido, lo genuino y lo repetido, lo digital y lo material. Un paradigma de ese “mundo de simulación, (…) un mundo donde la más alta función del signo consiste en hacer desaparecer la realidad y enmascarar al mismo tiempo esa desaparición”, como dice Jean Baudrillard en Ilusión y desilusión estéticas.
Socavar el “poder referencial” de la imagen también es lo que pretenden las impresiones de Martínez Bellido, ampliando exponencialmente detalles minúsculos de una placa seca y de una diapositiva. Ir al corazón de la imagen pero sin buscar un secreto en ella escondido, un hecho insólito, una ocurrencia diríamos, para dejar hablar la propia materialidad de lo mostrado, la infinidad de un campo semántico que, en este caso, ya no se ve acotado por una imperiosa narrativa. La referencia a la película Blow Up (“lo que busco [en este caso] no es penetrar en la escena y conocerla”) resulta más que adecuada por lo paradigmático de la película y por el hecho de que Antonioni fue, de alguna manera, el primer cineasta en poner el vacío, la nada, la ausencia, lo invisible en el centro del cine moderno (con la desaparición de Anna en L’Avventura).
Y, al mismo tiempo, las formas abstractas y el cambio de escala abren el campo a una intuición de la imaginación y lo desconocido. Pienso en lo que dice Agustín Fernández Mallo en su última novela, El libro de todos los amores, acerca de la apofenia (aunque en realidad se quiere referir a la pareidolia):
Es un tema clásico intentar reconocer en los vacíos figuras ya vistas con anterioridad. (…) Llegará un día en el que de nuestras urbes solo conservaremos imágenes de sus cielos. (…) Quizás el amor es precisamente eso, la apofenia definitiva, ruido interpretado, mancha que aparece desde la nada y a la que con auténtica certeza damos una forma entendible y a punto de desvanecerse en otra que no solo todavía desconocemos sino que nunca llegaremos a conocer (Amor apofenia).
Algo de eso también encontramos en la indeterminación visual y los universos oníricos e inciertos que nos propone Cris Bartual. De nuevo, entramos en una inédita articulación entre el reverso de las imágenes y nuestras condiciones de observación. De nuevo aparece Merleau-Ponty al descubrir las impresiones sobre papel y el vinilo que las cubre: “Cuando veo a través del espesor del agua el embaldosado en el fondo de la piscina, no lo veo a pesar del agua, a pesar de los reflejos; lo veo justamente a través de los reflejos, por ellos’. No existe un fondo inocente, como no es posible mirar directamente al sol -ese símbolo del referente absoluto-, sino imaginar formas que aparecen ‘cuando cierro los ojos y miro hacia el sol’, como reza el título de la serie de Bartual.
Dice Giorgio Agamben -y estoy de acuerdo- que es necesario un trabajo de ‘desobramiento’, de deconstrucción, de nuestro pensamiento – a la manera, dice él, en el que lo hace la poesía con el lenguaje escrito.
La reflexión ontológica sobre las imágenes -que cuestionan más que imponen, que desestabilizan más que apaciguan- que presenta Esos lugares otros transita por esos caminos inciertos pero necesarios, eso que Brea llamaba los ‘horizontes inseguros’.
Aurélien Le Genissel. Marzo de 2022
Raquel Serrano
Statement
Tomando como base la experimentación dentro de la gráfica contemporánea, me centro en la reflexión sobre la reproducción de la imagen, concibiendo ésta como un objeto autónomo que nos aporta información diferente sobre cómo vemos el mundo. Se trata de un discurso marcado por el interés en la construcción y reconstrucción de lo visual, teniendo como objetivo reutilizar imágenes que ya habitan en el mundo de lo visible para generar nuevas formas de ver. Persigo la transformación de la imagen a través de diversos procesos como la repetición o la fragmentación entre otros, centrándome en el detalle y la forma. Se observan así las múltiples posibilidades de abstracción de la conciencia refiriéndonos a la percepción, a la memoria o al lenguaje, haciendo visible la capacidad que tienen los actos fallidos y los errores de lectura de revelar el subconsciente.
Obras presentadas
Las obras Fondo copia 6 y Sin título (trasladar la superficie) son piezas realizadas con grafito en polvo mediante la técnica tradicional de grabado frottage. A través del estudio de los distintos procesos de reproducción y construcción de lo visual, esta obra propone un diálogo visual entre la imagen y el espacio. Partiendo del interés por ocultar/visibilizar, la imagen expuesta sustituye a la realidad generando un escenario ficticio donde el espacio físico aparece a través del obstáculo impuesto, ocultando y dando a ver simultáneamente. Restaurar el ver, cegar para ver de nuevo. Se trata de un proceso de renderización a través del frottage, donde la superficie tridimensional arquitectónica es escaneada y trasladada a un plano bidimensional como el papel o la tela.
Sin título (trasladar la superficie)
2022
Frottage. Grafito en barra sobre tela
30 x 280 cm
Instalación en el suelo 30 x 30 cm
Cris Bartual
Statement
La obra de Cris Bartual amplía las fronteras de la fotografía desde un punto de vista onírico, alejándose del mundo real y tangible, explorando la dualidad de lo real y lo ficticio, simulando lo que nuestros ojos no pueden ver, donde la imagen impresa y su fragilidad, su alteración y distorsión nos hace cuestionar la procedencia de lo observado. Su trabajo parte de la imagen para trasladarla a una dimensión táctil y física, donde poder encontrar otras maneras de representar lo real. La fragmentación, el detalle, la descontextualización o la combinación de fotografías con diferentes elementos como objetos encontrados, fotocopias o material de archivo, son estrategias que utiliza para romper con la lógica de las imágenes y sumergirse en nuevas realidades posibles.
Obras presentadas
Esta serie de obras nos adentran al interior de las imágenes y al exterior de la conciencia, donde la exploración de la luz y la materia nos lleva a otros lugares, donde nuestra mirada no llega, abriéndose nuevos mundos más complejos y etéreos. Las imágenes se asemejan a recuerdos borrosos, a lo que vemos al cerrar los ojos después de mirar al sol, o fragmentos de sueños que no pueden ser totalmente recordados, creando así una distancia atmosférica entre el mundo y las cosas, donde lo que vemos, vivimos y habitamos no es cómo aparenta ser.
Sin título
2022
Fotografía digital, vinilo y papel vegetal en marco de aluminio.
28’5 x 36 cm
Cuando cierro los ojos y miro hacia el sol (I)
2022
Fotografía digital impresa sobre papel Canson de 130 g.
29’7 x 42 cm
Cuando cierro los ojos y miro hacia el sol (II)
2022
Fotografía digital impresa sobre papel fotográfico semimate de 235 g
150 x 100 cm
Cuando cierro los ojos y miro hacia el sol (III)
2022
Fotografía digital impresa sobre papel fotográfico semimate de 235 g
30,7 x 43 cm
Lola Zoido
Statement
Lola Zoido es una artista que explora la manera en que construimos nuestra realidad mediante procesos digitales. Graduada en Bellas Artes por la Universidad de Sevilla y actualmente basada en Madrid, la práctica de Zoido se centra tanto en el resultado virtual como en el material de la producción de imágenes. Su producción combina una mirada desde lo analítico y lo poético sobre las relaciones que surgen en la intersección entre lo digital y lo físico. Zoido ha participado en exposiciones tanto a nivel internacional como nacional y ha obtenido diferentes becas y residencias; entre ellas, destacan las residencias en el Centro de Creación Contemporánea de Andalucía, Córdoba (2019) y en la Tabacalera, Madrid (2017). También ha expuesto recientemente en la AR Biennale, Dusseldorf (2021); Contemporary & Digital Art Fair (Paris) (2021); Tocar la tierra, Centro de Creación Contemporánea de Andalucía, Córdoba (2020) o Face Up, TATE Exchange, Londres (2019).
Obras presentadas
La pieza es una impresión textil de una imagen generada a través de ordenador. En ella se aprecia un fragmento de terreno con diferentes elementos florales/ vegetales. Dichos elementos han sido concebidos bajo el prima de la inteligencia artificial. Esta IA respondería con una serie de imágenes (posteriormente materializadas a través del 3D) ante diferentes conceptos giran en torno al futuro del territorio, el paisaje y los materiales que lo construyen. Se subvierte el propio proceso de creación visual: la imagen pasa de significar algo previamente existente en el plano físico, a construir significado mediante la producción de algo tangible a raíz de su surgimiento desde el mundo digital. La objetualizacion de estos elementos normalmente parte de un todo mayor, en una sociedad hiper productiva donde no cabe el tiempo para el descanso y el retiro, esta obra plantea genera un “mobiliario” propio que simula este remanso de paz y tranquilidad que la idea de la “Naturaleza” encarna. Sin embargo, estas piezas no nacen de la reproducción de una naturaleza preexistente, sino que son modeladas por la propia artista. Se pretende generar así un nuevo entendimiento de lo natural al crear un paisaje desde la nada a través de técnicas digitales y físicas.
Martínez Bellido
Statement
Mi práctica artística reciente gira en torno a la exploración de los límites semánticos y estéticos de los documentos fotográficos. Partiendo generalmente de fotografías vernáculas, juego con las ambigüedades a las que se prestan sus detalles una vez privados de contexto, con la riqueza pseudopictórica que posee su morfología microscópica o con el modo en que se descomponen sus materiales frente a las adversidades climáticas del entorno y ante las colonias de hongos que las devoran. Pero no bajo la óptica de la persona de ciencia que quiere constatar y explicar lo que tiene realmente ante sus ojos o del técnico que pretende proponer una estrategia de restauración, sino del observador que mira las nubes y descubre en ellas significados ocultos y referencias imaginarias que quiebran la literalidad de la materia.
Obras presentadas
Las imágenes son ampliaciones de detalles minúsculos de una placa seca y de una diapositiva. La intención general es esquivar el poder referencial que caracteriza a la fotografía y producir un extrañamiento sobre el propio medio fotográfico a través del uso exagerado de recursos típicos de la edición como el reencuadre. Es un juego de inspección y ampliación similar al que hace el personaje de Blow Up, pero con la diferencia de que lo que busco no es penetrar en la escena y conocerla, descubriendo un hecho insólito que estaba representado en la fotografía pero que no se percibía a simple vista, sino sortear por completo el referente y adentrarme en el mundo ambiguo de la materia que conforma la imagen. Un nivel en el que las formas, al estar muy ampliadas y privadas de contexto, carecen de la rigidez denotativa que tenían en un principio y en general de todo poder semántico, pero que por nuestra tendencia a reconocer patrones pueden resonar a realidades externas a la imagen. Esa visión desconcertante de la materia fotográfica es la que estoy intentando buscar con estos trabajos.
Parte de esta actividad ha sido subvencionada gracias a las Ayudas a la Promoción del Arte Contemporáneo Español 2022.